sábado, 17 de septiembre de 2016

Eres tan desechable que me encantas

"La toqué pero era de cartón. Las hormigas se le escaparon por los ojos. Una torta insípida. Una flor de plástico asoleada. Una cordillera sin nubes. La caída libre de la catarata eterna. Parada sin bus. Pueblo fantasma. Hueso sin carne."

Fue el escrito que encontré en el puesto de al lado. Lo único que valió la pena de subirme a ese bus. De resto la ciudad marchita por la ventana, cae gris ante los brazos fríos del dios del sincolor. Ese que posee a sus hijos, que les obliga y los conecta a máquinas

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