Manual para volar en los sueños.
(Fragmento de "Cosas para compartir").
Escribe: Andrés Franco.
Recomendado para leer antes de dormir, con las cobijas
puestas sobre los pies o sobre la cama en posición de flor de loto.
Pero quizá volar era uno de los más recurrentes. Era este sueño
preferido mío y sigue siéndolo aún. Porque
dejarse llevar por el arte de volar era fácil para mí en ese entonces. Nada me
impedía abrir mis brazos, un poco al frente, un poco a los lados y empezar
a elevarme.
Ya cuando grande, después de años y años, no es tan fácil volar,
sobre todo cuando los miedos afloran hasta en el mundo de los sueños. Irritante osadía de los
años, que no contentos con robarse nuestra niñez, acaban secuestrando nuestros
anhelos de voladores.
Es por eso que he
fabricado este manual, con mis propias manos, para quienes deseemos recuperar
esta facultad perdida de nuestros sueños y tan requerida en estos tiempos; en los que ya pocos queremos soñar y
tantos menos, soñar que estamos volando.
Primer paso.
Soñar volando en un triciclo.
Para este paso, debes recordar en tu sueño, un juguete metálico
o plástico que si no tuviste, pudiste tomar prestado de algún amigo/a. De tres ruedas, en la de adelante reposaba un
eje y encima la dirección o manubrio. Este moderno aparato era tan sofisticado
que no dependía de la tecnología digital actual para funcionar.
Propenso a ser la envidia de todos, el chico o niña que lo
poseyera, si no es tu caso, estaba expuesto a habitar los sueños de cualquier
otro niño que soñaba; o los tuyos, en
los que te lo prestaba cuanto tiempo y
cuantas veces se te diera la regalada gana.
Imagen del triciclo. Archivo personal (Tú la imaginas).
Continuando con este paso, debes subirte a él en el sueño y
pedalear con toda tu alegría, desde una terraza, prestada o la de tu abuela.
También puede ser la de tu casa. Pedalea. No pares hasta que, llegando al
precipicio clase beta, salgas volando
por el aire. Alcanzarás en el proceso a oler un poco el aroma de los herrajes
del triciclo o si es de plástico el olor a llanta quemada te acariciará la
nariz. Practica estas indicaciones por varios sueños hasta que logres
dominarlas o hasta que sientas desde adentro, que puedes avanzar al siguiente.
Segundo paso. (Otro sueño, no el mismo).
Sentir que quieres volar solo con las manos.
Para este importante paso, luego de la primera práctica,
realiza en un lugar abierto aperturas de los brazos y manos un poco al frente
un poco a los lados. Con esas coordenadas, inicia tu deseo desde el pecho o el
corazón, ese deseo fortísimo de que quieres
volar y siente la inmensa emoción de
estar en un sueño en el que lo puedes lograr.
Practica esto varias veces, en el mismo sueño. No lo dejes
para soñarlo por partes en varios sueños. Debe ser en el mismo. Ya habrá otro
día y su noche para avanzar al próximo nivel.
Tercer paso. (Un sueño diferente al anterior).
Inicia vuelos descontrolados.
Como estás en un sueño, no te preocupes no te vas a matar.
Es otra noche diferente a la anterior y en este sueño, tu empiezas a correr, tal como si fueras un pequeño avión de
juguete y si eres de los más exigentes,
cree que eres un Boeing real, quizá esto
se asocie más con tu estilo de vida y viajes de trabajo. Al correr sueña una pista debajo de tus pies de un pavimento
gris normal, es decir color neutro.
No entres en detalles.
No es necesario y además debes evitar soñar cosas con demasiada información que
podrían perjudicar el interés principal que es realizar tu primer vuelo oficial,
sin aparatos que te asistan. Con esto es
suficiente.
Corre, corre mucho. Con tu mirada al frente y arriba. Cambia tu
horizonte de altura. No mires para abajo. Levanta un poco la barbilla, como en
gesto de soberbia. Sige corriendo es
esta postura, tanto que al agarrar tanta potencia tengas el impulso que necesitas para saltar hacia adelante y arriba. En ese
momento, no pienses, aprende ahora y olvida después, empieza a sentir que tus
pies se despegan del suelo sin mirar por donde van.
¡Felicitaciones! Es tu primer vuelo no asistido. No hay ningún
aparato que medie entre ti y la
experiencia única de volar. En este punto no pienses en controlar el clima, el viento o cualquier otro
parámetro. En el mundo de los sueños no hace falta. Son solo tú y tu sueño. El
paisaje te acompaña.
Cuarto paso. (Vas avanzando).
Soñar que caes por la falda de una montaña.
Este recurrente sueño, es de fácil escape para quienes no
gustan de caer. Cuando sueñes esto recuerda que debe saber y ser consciente que es sólo un
sueño. No hay nada de malo en caer en él. Olvida teorías y supersticiones de bancarrota y fracasos.
Concéntrate, si caes de espaldas procura voltearte lo más pronto, para que emprendas
un vuelo frontal hacia abajo. Tomando ventaja de la gravedad en tu caída y abriendo
las manos como está detallado en el
segundo paso, aprecia el paisaje. Puede que este sea agreste o como en el caso de
mis experiencias personales, que casi siempre es campo y montañas verdes. A veces
un poco nubladas y con cimas altas
frente a mí mientras caigo.
A continuación crea en tu sueño una corriente de aire que te
golpee en el pecho y que te haga resistencia para que empieces a ascender. De
esta manera podrás volar teniendo
control de tu trayectoria. Aterriza en un campo o llanura de tu gusto.
Despierta y cuenta el sueño. De vez en cuando a la gente que se ama, le encanta
escuchar sueños ajenos. Si no es tu caso
y estás sólo o no tienes la suficiente confianza, recuerda que es tu sueño y que compartirlo quizá ayude a romper el hielo
que se crea en las noches. Mientras duermes.
En todo caso se puede omitir esta última indicación y reírse
recordando de camino al trabajo o a la
búsqueda de trabajo, si no lo tienes. Al estudio o antes de ir a buscar universidad o
instituto. Yendo al colegio si prefieres
o de pronto al cepillarte los dientes. Ten cuidado al reírte en público, las
sonrisas son capital de extremo valor y recomiendo hacerlo sin perder la intimidad
que esto implica. Por eso hazlo ríete en presencia de gente que pueda verla. Se
multiplica rápido. Aunque siempre hay gente que cree que uno se está riendo de
ellos.
Quinto paso. (Solo para voladores avanzados).
Vuela con autonomía desde una montaña casi vertical, con
rumbo hacia otra enfrente, atravesando un cañón o precipicio.
A esta altura de experiencia el viento que golpea tu pecho, como una cometa, te elevará y
hará que puedas llegar y aterrizar confiado en la otra montaña casi vertical también.
-------------------------------------------------------------------------
Nota: Evita las
cuerdas eléctricas si sueñas en la ciudad. No te hacen daño, pero agregan
obstáculos y yo pretendo que vueles mucho. Pensándolo bien, te puedes parar
encima de una de ellas como en la cuerda floja y tomar más impulso aún. Eso
depende de ti.
Si sigues los pasos anteriores te puedo garantizar vuelos
placenteros y fácilmente recordable; que
alegren tus mañanas y quizá tu día. Siempre es bueno viajar de camino a donde
sea, con algo en el pecho que sea diferente a la simple vista rutinaria.